Por Germán Galarza
En los últimos días la provincia retomó los carriles habituales y su calma característica. Luego de arduas negociaciones con distintos sectores de trabajadores estatales, primó el diálogo y Misiones superó un duro escollo en medio de una fenomenal crisis nacional.
Misiones retomó su característica calma y convivencia armoniosa luego de un mes que exigió al máximo la capacidad de gestión gubernamental, el diálogo y la habilidad para la resolución de conflictos. Incluso, la provincia en este mismo fin de semana ha recibido numerosos visitantes en ocasión del Rally Nacional que se desarrolla en Leandro N. Alem y San Javier.
Este mes de protestas, reclamos y furia desencadenada ha sido un aprendizaje para la sociedad en su conjunto y materia de profunda reflexión acerca de lo sucedido. En cuanto al gobierno y sus funcionarios, han logrado enfocar el trabajo y las líneas de acción hacia el arribo de acuerdos en el marco de reclamos salariales. Asimismo, la autocrítica siempre está presente en pos de fortalecer el espíritu de servicio de todas las arterias gubernamentales.
El mantra que baja desde la conducción renovadora hasta el último militante, pasando por el gobernador, el vice y los distintos funcionarios, es trabajar constantemente en la búsqueda de respuestas y soluciones. Eso es lo que debe hacer un funcionario público, para ello fue elegido y es una línea de acción que mantiene hace años el oficialismo provincial, muy valorado por la sociedad en su conjunto.
Como es de público conocimiento, el resultado fue virtuoso: los acuerdos alcanzados en los diferentes sectores han dejado conformes a miles de trabajadores y devuelto la paz social a todos los misioneros. Todo el proceso fue encarado con firmeza, audacia pero siempre con vocación de escuchar y promover el diálogo debido a la consigna mencionada que tiene como eje central el solucionar problemas desde el llano, en el lugar de los hechos.
La culminación de una negociación exitosa, en medio de una profunda crisis económica a nivel país, es parte de una larga saga de una gestión que es revalidada periódicamente en las urnas por los misioneros. Además, en los próximos días estará depositado el aguinaldo, una inyección de dinero esencial para el comercio, la producción y la industria que permitirá reactivar aunque sea en parte una economía muy golpeada y retomar el circulo virtuoso de producción y consumo.
En el plano educativo, cabe aclarar que el reclamo legítimo y negociado arduamente fue salarial, la demanda fue por mejores salarios. El salario es fundamental para poder llevar a cabo con éxito cualquier labor, pero la educación es mucho más y Misiones ha marcado el camino en nuestro país con la robótica, la Secundaria de Innovación, la educación disruptiva, las aulas maker, Silicon Misiones.
El lamentable papel de una oposición irresponsable
Con una narrativa extremista, polarizante y antidemocrática, actores de la oposición misionera han intentado instalar la agenda del fracaso, la frustración y el resentimiento en una sociedad misionera que no está acostumbrada a atravesar eventos que perturben la paz social. En una actitud cobarde y dañina, con la utilización de grandes medios concentrados nacionales, la manipulación del metaverso creado en el ámbito digital con la difusión indiscriminada de fake news y operaciones coordinadas desde troll centers dentro y fuera de la provincia, dirigentes opositores que recibieron un verdadero mazazo del pueblo misionero el 7 de mayo de 2023, donde fue erigido como gobernador de la provincia Hugo Passalacqua con el 67% de los votos, emprendieron una aventura con intenciones desestabilizantes y golpistas totalmente alejados de las reglas que impone la democracia. Lo que surgió como un reclamo salarial entendible en un contexto nacional en donde los altos niveles de inflación producto de la política económica llevada adelante por el presidente Milei, terminó desvirtuándose hasta convertirse en una intentona de dirigentes opositores que dejaron al descubierto que representan a la más baja calaña de la política. No vale todo, menos cuando se pone en juego el orden público y se altera la paz social.
Dicho esto, adquiere especial relevancia lo dicho por la filósofa y politóloga belga Chantal Mouffe: La dificultad para el sistema democrático radica en que esos los reclamos racionales se contaminan a partir de que se expresan en un marco simbólico de extremidad. En este sentido, la mediación política y mediática se dificulta, formándose dos espacios simbólicos ideológicos que se observan entre sí, pero no interactúan. Es ahí donde la polarización afecta las interconexiones institucionales y simbólicas que el sistema democrático necesita para resolver los conflictos. La negociación y el diálogo son parte de las relaciones agonistas. Existen en el marco de las diferencias. Pero el problema que se presenta es que los encuadres polarizantes crean dos espacios desconectados.
Lo sucedido debe encender una luz de alerta en la sociedad. La irresponsabilidad política de determinados actores políticos no debe pasar desapercibida y, cuanto menos, debe ser repudiada y condenada, toda vez que el accionar malicioso y despojado de las reglas de la vida democrática busco infundir miedo y generar caos en una sociedad que hace más de veinte años ha elegido vivir en paz, lejos de la grieta que infundieron durante tantos años a nivel nacional los espacios políticos con los cuales se referencian estos personajes locales.
Que los conflictos se solucionan con diálogo, no hay duda. Pero el diálogo debe ser de buena fe