Por Karen Fiege – Diputada Provincial
La tierra colorada se posiciona como destino favorito a escala mundial. Celebrities del fútbol, la moda y la música no se pierden de venir a conocer los tesoros de Misiones. Es que además de ser guardianes de una maravilla del mundo, somos los productores de nuestra bebida más popular: el mate.
El mate, esa costumbre nuestra de cada día, la heredamos de nuestros hermanos guaraníes. Descubridores de su efecto energizante, primero mascando sus hojas, luego en infusiones frías. Lo cierto es que el mate como lo conocemos hoy lo terminó de moldear la llegada de la orden Jesuita y fue una manera más de comunicación entre la Nación Guaraní y los jesuitas.
La infusión atravesó toda nuestra historia y lleva más de 500 años siendo parte de esta zona del mundo.
Lo curioso aquí es que el mate también migró a medio oriente. Países como Líbano y Siria, y en menor medida Egipto, Emiratos Árabes, Arabia Saudita y Libia son grandes consumidores de mate y esto nos significa un acercamiento estratégico de promoción de nuestra provincia a conocer el proceso productivo, motor de nuestra economía, como es la yerba mate.
En este tiempo, donde todos nos ponemos en «modo mundial» y con la polémica de las marcas de yerba que gustan a cada jugador, tenemos la oportunidad de hacer del mate un emblema que atraiga a propios y extraños a conocer el camino que hace ese alimento desde la germinación, cosecha, sapecado, secado, canchado, estacionado, molienda y finalmente el envasado y estampillado.
Hoy son muchas las cooperativas y empresas yerbateras que invitan a sus consumidores a conocer este proceso, como así también los chefs, pasteleros y barmans que se animan a innovar agregándole oro verde a sus productos.
Somos la tierra madre de la yerba mate y como tal los invito a sentirnos embajadores de esta infusión nacional que nos iguala en cada cebada.