Una mujer de 77 años perdió 12.500 dólares al ser víctima del cuento del nieto. En un momento se dio cuenta de la estafa, pero fue amenazada y entregó el dinero
Eran mis ahorros de años. Tenía varios proyectos para usar esa plata, como arreglar las tumbas de mis padres y pintar mi casa. Era un respaldo que tenía, pero me dejaron sin nada”, lamentó Marta B. (77), quien denunció el robo de 12.500 dólares, alrededor de 12,5 millones de pesos a la cotización actual.
Si bien trataron de hacerle el “cuento del nieto”, metodología delictiva que ya se cobró innumerables víctimas en Oberá, en un momento la señora desconfió y se negó a entregar el dinero, ante lo cual fue amenazada por el malviviente que habría tenido un arma debajo de la camisa.
Precisamente, en las grabaciones de las cámaras de seguridad de su vivienda se observa nítidamente la cara del delincuente como también que se toma un bulto que sobresale entre la cintura y el abdomen. También en todo momento hace que habla por teléfono, para no despertar sospechas, aunque en realidad intimida a la damnificada.
El hecho se registró el pasado 23 de diciembre a la siesta, hace justo un mes, aunque la damnificada aseguró que no lo hizo público antes porque desde la Policía le solicitaron que mantenga reserva.
En diálogo con El Territorio, la jubilada que aún se halla en actividad con un comercio en el centro de Oberá, precisó que aquel día fue sábado y alrededor de las 13.30 recibió un llamado al teléfono fijo de su casa. Quien le habló se hizo pasar por un nieto del cual dio el nombre, lo que facilitó el engaño.
En este punto se hace evidente que la maniobra delictiva contó con un “entregador” y requirió inteligencia previa, ya que sabían el nombre el familiar y el número de teléfono de Marta.
De cuento a robo
En la llamada el malhechor desplegó una estrategia que no por bien conocida deja de tener efectividad: el denominado cuento del nieto y sus múltiples variantes.
Me dijo ‘hola abuela, soy tal…’ y me sonó como si era él. Me dijo que estaban con el papá en una financiera para cambiar unos dólares que salían de circulación y si quería aprovechar para cambiar los míos. Me dio unos supuestos números de serie y no quería que corte el teléfono, eso como que me mareó y caí. Hasta le dije la cantidad de billetes que tenía. Ahí un supuesto empleado de la financiera iba a venir a buscar los dólares”, detalló.
A las 14.08, tal el registro de las cámaras del domicilio, arribó un hombre a cara descubierta. Por la apariencia física, la damnificada no tuvo dudas de que pertenecía a la comunidad gitana. En tal sentido, precisó: “Cuando vi al gitano le dije yo no te voy a dar, y me respondió: ‘yo sí te voy a dar’, y se tocó un bulto que tenía debajo de la remera. Me asusté porque estaba armado. Para mí eso era un arma y pensé que me mataba. Por eso le di la plata”.
Sin respuestas
Sin ocultar su indignación, la jubilada cuestionó el accionar policial y lamentó que no difundió el suceso inmediatamente, lo que podría haber facilitado la búsqueda
No hice público antes porque confié en la Policía, pero pasó un mes y no obtuve ninguna respuesta. Hasta la fecha no hicieron nada, hasta parece que les cuesta atender cuando uno va a pedir ayuda. Al menos fue mi experiencia. Sólo faltó que le lleve de la mano al delincuente para que hagan algo. Me decían que no me exponga, que me quede quieta, por eso hasta ahora no publiqué nada”, remarcó.
En ese contexto, se preguntó “será que es tan difícil encontrar al delincuente o no les interesa. Para colmo, voy a la comisaría y me dicen que no va ir preso. Los policías me dicen ‘esa es la justicia que tenemos’, pero cómo la justicia puede hacer algo si la Policía no investiga. Los gitanos vienen a recaudar a Oberá y no los encuentran, me suena muy raro”.
Contó que inmediato al hecho su hijo radicó la denuncia ante la Seccional Segunda, la más cercana a su domicilio, pero por jurisdicción entiende la Seccional Primera. Según la víctima, los responsables de la Segunda habrían demorado más de diez días en elevar la denuncia a la Primera.
A su vez, agregó que “cuando fui para hacer la ampliación de la denuncia, la oficial de la Primera me dijo que me vaya nomás, que ella iba a agregar los datos cuando tenía tiempo. La verdad estoy decepcionada”.
Antecedente reciente
El hecho en perjuicio contra la mujer de 77 años es el segundo que se conoce en apenas cuatro días en Oberá, ya que el viernes pasado un jubilado de 88 años fue víctima de un delincuente que le hizo el cuento del nieto y le sustrajo sus ahorros en pesos y dólares. El hecho se registró en el barrio de Loma Porá y fue grabado por las cámaras de la propiedad.
Las imágenes fueron aportadas a la Policía y los primeros indicios también apuntan las sospechas a otro integrante de la comunidad gitana.
Un familiar contó que a la siesta el señor recibió una llamada telefónica y de un hombre que se hizo pasar por un nieto. Le dijo que estaba en el banco con su mamá y que necesitaban la plata que tenía guardada, por lo que un supuesto empleado pasaría a retirarlo. La filmación permite ver la llegada del delincuente y al dueño de casa abriendo el portón. Una vez adentro le entregó el dinero que el malviviente escondió entre sus ropas. Luego salió caminando por calle Tierra del Fuego hacia Piedrabuena.
Sobre el damnificado, precisaron que “es viudo y estaba ahorrando para algunos proyectos que tenía. Es confianzudo, porque estaba al tanto de todos los casos que hubo, pero le engancharon igual”. Asimismo, para la familia no se trató de un hecho al voleo y creen que hubo cierta inteligencia previa o un entregador porque el malviviente “se sabía los nombres de todos”, alertaron.
Fuente: El territorio